Fernando Zampolla, gerente de Siniestros de La Perseverancia Seguros, compartió su visión sobre la gestión de siniestros en el sector automotor.

Procedimientos para Evitar Conflictos Judiciales

En La Perseverancia Seguros, el enfoque en la prevención de conflictos legales es fundamental en su gestión de siniestros. Cuando ocurre un siniestro que involucra daños a terceros, la compañía activa un protocolo interno diseñado para resolver los reclamos de forma rápida, clara y eficiente.

El proceso inicia con una evaluación técnica que involucra a peritos, liquidadores y asesores legales para determinar la responsabilidad y el alcance de los daños. Esto permite un análisis objetivo del caso. Al mismo tiempo, se establece una comunicación directa con la parte reclamante, generando confianza y fomentando acuerdos extrajudiciales basados en la equidad.

La empresa prioriza la conciliación y la negociación como métodos de resolución, colaborando con productores asesores para facilitar la comunicación entre todas las partes involucradas. Esta estrategia no solo evita la judicialización de los reclamos, sino que también ayuda a mantener buenas relaciones comerciales y a reducir costos y tiempos asociados a procesos legales.

Además, se implementan mecanismos de control que aseguran la trazabilidad de cada expediente y el cumplimiento de los plazos establecidos. Este enfoque integral combina la gestión del riesgo, la transparencia en la comunicación y la búsqueda de soluciones consensuadas, reafirmando el compromiso de La Perseverancia Seguros con la eficiencia y la confianza de sus asegurados.

Uso de Inteligencia Artificial en la Gestión de Siniestros

La Perseverancia Seguros ha incorporado soluciones de inteligencia artificial (IA) como parte de su transformación digital, con el objetivo de mejorar el proceso de gestión y liquidación de siniestros. Estas herramientas tecnológicas buscan optimizar la eficiencia operativa y la experiencia tanto de los asegurados como de los productores.

La IA se aplica en tres áreas principales: automatización, análisis predictivo y detección de irregularidades. En la primera fase del proceso, los sistemas inteligentes clasifican y priorizan las denuncias automáticamente, asignando los casos a los equipos adecuados según su complejidad, lo que reduce los tiempos administrativos y enfoca los recursos en los reclamos más críticos.

En la segunda etapa, los algoritmos analizan datos históricos y patrones de comportamiento para estimar con mayor precisión los costos de reparación o indemnización. Esto acelera las decisiones de liquidación y mejora la coherencia entre casos similares. También se implementan herramientas para detectar fraudes mediante el reconocimiento de inconsistencias en las denuncias, lo que fortalece la seguridad del proceso.

Todo este desarrollo se realiza dentro de un ecosistema tecnológico que equilibra la innovación con la atención personalizada; la automatización se complementa con la intervención de expertos, garantizando un servicio eficiente y cercano.